La estación recibe la calificación de APD-CGD por parte de RENFE, debido a su uso para el transporte de viajeros y como cargadero de material procedente de la cantera situada en sus proximidades. 
Presenta dos vías electrificadas con un apeadero central, y el edificio en sí se caracteriza por un diseño rectangular en cuyo interior hay varias habitaciones, a las cuales es imposible acceder (salvo a una) debido a que sus puertas se encuentran cerradas con candados o tapiadas, circunstancia que se repite con la mayoría de ventanas y puertas exteriores.
El interior visible se encuentra en un estado de total abandono, predominando la suciedad y los desconchones; lo cual no dice mucho en favor de RENFE y ADIF, teniendo en cuenta que se trata de una infraestructura en uso.
Y esto a pesar de formar parte del patrimonio arquitectónico e histórico de la línea León-Gijón, aunque eso bien poco importó para que demoliesen la estación de La Seca hace unos años. Esperemos que nuestra estación no termine igual...
Cuestión aparte pero que también es necesario comentar es el nulo interés de RENFE en ofrecer un servicio de transporte de viajeros de calidad, aplicando horarios interesantes para los usuarios.
El tren dirección León pasa a las 9:31 y el tren dirección Gijón a las 20:09. Es evidente que con estos horarios, no sólo esta estación sino toda la línea no puede ser rentable, cuando las empresas de transporte por carretera ofrecen salidas y llegadas cada hora o dos horas.
De las dos paradas actuales sería necesario pasar al menos a seis (ida y vuelta por la mañana, mediodía y tarde) para que la apuesta de RENFE por el transporte de viajeros fuese mínimamente creíble, cuestión en la no parecen estar muy por la labor.
Y si a esto sumamos la lejana pero cada vez más próxima inauguración de la línea del AVE, el futuro se hace aún más negro.
Sólo la acción de los usuarios, convencidos de la necesidad y utilidad del transporte ferroviario, puede mejorar la actual situación. Esperemos que así sea...
Un saludo.
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