Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo vivía en el paraje conocido como La Gotera un cuélebre de enormes dimensiones, que reclamaba de los vecinos de La Vid un tributo de una oveja diaria bajo amenaza de que, si no cumplían con su requerimiento, liberaría el agua del Río Bernesga que mantenía represada con su panza, provocando una inundación que arrasaría todo el pueblo.
En cierta ocasión le llegó el turno a un humilde vecino que no tenía ninguna oveja para poder pagar el tributo y, ante la obligación de entregar en sustitución a su única hija al cuélebre, ésta se encomendó a San Lorenzo, que por aquel entonces se encontraba haciendo la guerra en Tánger.
Llegó el santo con sus dos hermanos pequeños, San Vicente y San Pelayo, y juntos elaboraron una torta con tierra carbonosa de la zona, cobre procedente de Cármenes y óleo de engrasar carros, que provocó la indigestión del cuélebre, momento aprovechado por San Lorenzo para darle muerte con su lanza.
-Sobre la muerte del cuélebre exisiten varias versiones, algunas de las cuales no incluyen la utilización de la lanza por parte de san Lorenzo, sino que responsabilizan de la muerte del cuélebre a la torta elaborada por los tres santos.
Así, en el S.XVI el abad D. Pedro de Zúñiga y Avellaneda manifestaba lo siguiente: "...y que allí avía hecho una fragua y avía templado unas ciertas varras de yerro ardiendo y la avía echado al culebro, juntamente con unos flejos de lino y unos tocinos, y que estando todo junto la avía tragado el dicho serpiente y que avía reventado..."-
No tuvo un final perfecto la historia, puesto que el cuélebre, en el momento de su muerte, se revolvió tanto y bramió tan fuerte que los dos hermanos menores de San Lorenzo murieron del tremendo susto que se llevaron.
Decidió San Lorenzo retornar a Tánger tras la muerte de San Pelayo y San Vicente, pero he aquí que antes de ello se topó con una mula que cargaba una gran piedra de alabastro y, subiendo ambos a la cima de la peña de La Gotera (de lo que queda constancia por las huellas que la acémila dejó en la roca por el gran peso de su carga), utilizó la losa para construir un sepulcro para sus hermanos, usando también las costillas del cuélebre para levantar el armazón de la ermita en la que, según la leyenda, descansan los restos de ambos santos.
Complementariamente a esta leyenta existe otra, relativa a la conocida como la Fuente de las Virtudes, situada en el sendero de subida a la ermita.
Según esta leyenda, el agua vertida por esta fuente correspondería a las lágrimas de San Vicente y San Pelayo, y tendría el don de procurar casamiento a las mozas que la bebiesen con fe de la petaca del cura tras la misa del día 10 de Agosto, festividad de San Lorenzo.
Actualmente se mantiene la tradición de subir en romería a la ermita por San Lorenzo, aunque se han perdido las romerías por los días de San Pelayo y San Vicente.
Un saludo.
1 comentario:
Hermosa leyenda. Muchas gracias por ponerla por escrito, en estos tiempos en que la tradición oral se está perdiendo es necesario poner por escrito todas las leyendas, cuentos, romances y canciones para evitar que se pierdan.
Me gustaria reunir todas las leyendas sobre cuélebres y sobre janas que abundan en el norte de León.
He visitado este año la ermita de San Lorenzo, y me parece un paraje mágico, aunque debería de estar mejor cuidado el camino en su primer tramo.
He pensado sobre la etimología de Gotera, y creo que es una variante de Cotera que viene en el diccionario como derivado de cota, con el significado de lugar o sitio elevado, y que cuadra perfectamente con el peñasco conocido como La Gotera. No se si tú tendrás otros datos. Saludos.
Publicar un comentario